jueves, noviembre 23, 2006

Sergio García - Golpes que valen oro

Nos cuenta el blog Fuera de límites que Sergio pasó la jornada de ayer enseñando golf a discapacitados durante uno de los cursos organizados por su Fundación junto a la fundación Deporte y Desafío. Al finalizar la clase, atendió a los medios de comunicación e hizo balance de lo que han supuesto estos cuatro años, desde que creó la Fundación Sergio García y se unió a la Fundación Deporte y Desafío:

"En estos cuatro años las dos fundaciones hemos cubierto un ciclo muy bonito. Con estos tres últimos cursos que faltan para completar el año hemos organizado 18 y, sobre todo, lo que más satisfacción me produce (además de que los cursos se hayan impartido en diferentes lugares), es que esto no se limita a enseñar a los niños a jugar al golf, sino que hemos estado formando a profesores, que para mí es lo más importante. Esos profesores son los que le van a dar continuidad al golf adaptado y van a hacer que nuestro proyecto continúe.

En estos cuatro años han pasado por los cursos unos 600 alumnos, 598 en concreto, y han seguido un aprendizaje 233 profesores. Este primer ciclo se ha cumplido, y ahora lo que tenemos que hacer las dos fundaciones es mirar hacia adelante, dar más pasos. Quiero hacer una llamada a través de vosotros, los medios de comunicación, y pediros que difundáis que aquí estamos nosotros para ayudar. Sabemos que cada vez hay más gente que imparte clases de golf adaptado habitualmente, seis o siete casos individuales, profesores que están dando clase gratis a los alumnos discapacitados, y queremos que todos se enteren de que nosotros estamos aquí para ayudar en todo lo que podamos.
A través de mi Fundación he donado más de 500.000 euros que se han invertido en estos cursos y en otras asociaciones. Yo estoy encantado de hacerlo, y para mí lo más importante es ver las caras de felicidad y lo bien que lo pasan los niños, las ganas que tienen de jugar al golf; ésto es lo que más me gusta y no se puede pagar con nada.
Creé mi Fundación porque (siempre lo he dicho) gracias a Dios soy un chico afortunado, las cosas me han salido muy bien y Dios me ha dado un don para el deporte del golf. ¡Qué mejor manera de intentar devolver parte de lo que yo he recibido! Pero, como he dicho antes, esto no se puede quedar aquí, hay que seguir ayudando a esas personas que tienen ganas. Cada vez hay chicos más jóvenes en los cursos, que se involucran más y pierden el miedo a hacer algo a través del deporte, esa es nuestra meta".

Talento y buen corazón no tienen por que estar reñidos. Los golpes de esos alumnos de Sergio quizá no entraron en el hoyo, pero valen de veras oro.

1 comentario:

Max Payne dijo...

good

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